En la era digital actual, la seguridad de nuestras cuentas online se ha convertido en una prioridad crítica. Desde redes sociales hasta cuentas bancarias, nuestras vidas están cada vez más interconectadas a través de la red. Una de las primeras líneas de defensa para proteger nuestra información personal y financiera es la elección de contraseñas seguras.
Los ciberataques están en aumento, con métodos cada vez más sofisticados utilizados por los atacantes para acceder a información sensible. Entre los ataques más comunes se encuentran los de fuerza bruta, donde los atacantes prueban innumerables combinaciones hasta encontrar la correcta, y los ataques de phishing, que engañan a los usuarios para que revelen sus credenciales. Una contraseña débil, fácil de adivinar o reutilizada en múltiples sitios se convierte en un blanco fácil para estos métodos.